lunes, 31 de agosto de 2015

GREMLINS

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Argumento: Se acerca Navidad, y un inventor algo chapuzas y padre de familia, aprovecha uno de sus viajes para buscar el regalo perfecto para su hijo Billy. Durante su búsqueda, encuentra un viejo bazar chino donde, pese a la inicial negativa del anciano propietario de la tienda, el nieto de éste acaba vendiéndole un presente muy especial: un Mogwai, una criatura de aspecto adorable y con el que es indispensable aplicar 3 normas básicas que nunca se deben romper. Al Mogwai no puede darle la luz brillante, no se puede mojar y nunca se le debe dar de comer después de las 12 de la noche. Una vez en casa, el regalo se convierte en la sensación, y es bautizado como Gizmo. Pero la dócil criatura llevará el terror al pequeño pueblo de Kingston Falls, al ser rotas 2 de las 3 reglas básicas. A partir de este momento, un ejercito de Gremlins tomará las calles del pueblo repartiendo muerte y violencia allí donde vayan. La única esperanza para los habitantes de la zona serán Billy, su novia Kate y Gizmo, que estarán dispuestos a lo que sea para salvar a la comunidad de estas infernales criaturas..

Los Gremlins, un relato de
Roald Dahl, publicado por Walt Disney.
Todos sabemos más o menos el argumento del film, pero ¿de dónde surgió la idea de la película? Hace tiempo, se usó la palabra Gremlin para describir a seres mitológicos capaces de estropear y romper cualquier cosa, pero la idea original del film, se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Durante el transcurso de dicha guerra, algunos pilotos de la RAF (Royal Air Force), explicaban que muchos de los accidentes que les sucedían a sus aviones, eran a causa de una extrañas criaturas que rompían toda la maquinaria, a las que bautizaron como Gremlins. Sobre todo esto escribió un libro infantil (¿infantil?) Roald Dahl, que fue el mismo autor del libro en el que se basó la película Charlie y la fábrica de chocolate, y de ahí floreció la idea de llevar su escrito a la gran pantalla.


Una vez introducido el palabro, vayamos a la película. ¿Que fue lo que hizo que esta mezcla de cine infantil, humor y terror triunfase y acabase convirtiéndose en uno de los iconos de los años 80? Fueron varios los factores que influyeron en el éxito de la cinta, como por ejemplo la mano de Steven Spielberg, que ejerció el rol de productor ejecutivo, los buenos efectos especiales, la sabia dirección de Joe Dante o la inolvidable música de Jerry Goldsmith. Para empezar, Chris Columbus escribió un guión mas orientado al público adulto, con muchas mas dosis de sangre y terror. Spielberg, que tonto no era, decidió adaptarlo para ampliar el abanico de edades del publico al que podría gustarle esta historia, hasta conseguir lo que todos conocemos, un cuento navideño un tanto distinto. Como ejemplos de lo que nos podía deparar el guión original, diremos que era Gizmo el que acababa mutando en el Gremlin malisimo de la cresta (Stripe) o que en la escena de la cocina, donde la madre del protagonista se enfrenta a los bichejos, acababa con la cabeza de esta cortada y rodando por las escaleras.

Joe Dante y un colega suyo
Como hemos comentado, la dirección corrió a cargo de Joe Dante, al que ya conocíamos por haber dirigido Piraña (Piranha), las hermanas de agua dulce del Tiburón de Spielberg, o la escalofriante película de serie B Aullidos (The Howling). Dante consiguió plasmar en su dirección esa mezcla de humor y terror que Spielberg escribió sobre papel. La ambientación que consigue el director desde la escena inicial en la pequeña tienda donde conocemos a Gizmo, pasando por Kingston Falls, el pueblo donde todos sus habitantes esperan con ganas que llegue la Navidad, hasta el gran desastre que nos da a conocer cómo son realmente estas encantadoras criaturas, es simplemente perfecta. Dante tenia muy claro lo que quería y lo consiguió. Posteriormente, el director se ocupó de otras cintas conocidas como El chip prodigioso (Innerspace) con Dennis Quaid, Martin Short y Meg Ryan, No matarás... al vecino (The Burbs) con Tom Hanks, Gremlins 2 o Pequeños Guerreros (Small Soldiers) con una pequeñísima Kristen Dunst.

Pero para que la dirección de Joe Dante funcionase a la perfección, necesitaba unos personajes entrañables que conectaran con el espectador, y unos villanos detestablemente gamberros que nos pusieran los pelos de punta. Y para eso, ahí estaban Gizmo y compañía. Cuando crearon a Gizmo, un animal de la raza Mogwai (que significa espiritu maligno en cantonés), consiguieron dar vida al peluche mas tierno de la historia del cine. Es inevitable que cada vez que alguna cadena emite esta película, alguien suspira en voz alta "que mono...". Por otra parte, los hermanos mamones de Gizmo, generaban el miedo y la repulsa entre los más jóvenes, llegando a ser los protagonistas de mas de una pesadilla. Una vez diseñados los protagonistas que daban nombre a la película, faltaba decidir uno de los detalles mas difícil: ¿cómo iban a moverse?
La primera idea fue una auténtica locura. Decidieron utilizar monos disfrazados para dar vida a las criaturas. Evidentemente, la cosa se convirtió en una autentica locura cuando los primates empezaron a destrozar todo lo que encontraron a su paso, armando un auténtico circo. Finalmente, se optó por combinar distintas técnicas con unos resultados excelentes (a excepción de un par de escenas un poco cutrillas): marionetas y animatronics.

Mover a los Gremlins no fue tarea facil.

Para concluir esta receta exquisita, el ingrediente que le faltaba a la película era una banda sonora pegadiza que fuese reconocible a lo largo de los años. Y eso fue lo que se encargó de crear el gran Jerry Goldsmith, aportando ternura, tensión y diversión según el momento de la historia. Para mí, se trata de una canción tan mítica que la llevo de tono de llamada del teléfono... fíjate tu. El mismísimo Goldsmith, así como Steven Spielberg, no contentos con el trabajo realizado, también realizaron un cameo en la misma película. El primero aparece en una cabina telefónica, mientras que Spielberg se pasea en una silla de ruedas eléctrica durante la convención de inventores.
Spielberg y Goldsmith (con gorro) sacando la cabecita
Y ya que hablamos de los que aparecen en la pantalla, decir que hay poco que comentar en cuanto al reparto. Interpretando a Billy, el chico al que su padre le regala el Mogwai, tenemos a Zach Galligan que, a parte de la secuela, poca cosa digna de mención ha hecho. Phoebe Cates interpretaba a Kate, su compañera de aventuras, y que el mundo del cine tampoco le brindó mas oportuninades que a su colega de la película. Finalmente, el nombre mas reconocido del reparto, es el de Corey Feldman, enfant terrible de Hollywood y, durante su adolescencia, gran aficionado al mundo de las drogas y el alcohol. Feldman tuvo su época dorada cuando, sin comerlo ni beberlo, el éxito llamó a su puerta con películas como Cuenta Conmigo (Stand By Me), Los Goonies, Jóvenes ocultos (The Lost Boys) o los mismisimos Gremlins, cosa que fue incapaz de asimilar. Un vez ¿rehabilitado? tampoco ha participado en ninguna película decente.


Como curiosidad para finalizar, diremos que quizás os suene la plaza principal del pueblo de Kingston Falls. Pues bien, se trata de Courthouse Square, un decorado de los estudios Universal que también se usó para recrear el pueblo de Hill Valley en la saga Regreso al futuro. Dicho escenario fue destruido en 2008 por un incendio, para pena de todos los fans de Marty McFly.

Gremlins Vs. Regreso al futuro

En definitiva, todo un clásico que no puede faltar en las estanterías de los amantes del cine de los 80, y que tarde o temprano todas las futuras generaciones deberian ver para aprender, entre otras cosas, las 3 normas básicas para poseer un Gremlin:
      - No les puede dar la luz directamente y mucho menos la luz del sol.
      - No se pueden mojar.
      - No pueden comer después de la medianoche.

Advertidos quedáis...

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